De izquierda a derecha (Mick Jagger, Ronnie Wood, Keith Richards y Charlie Watts) Foto de Wikimedia Commons (Raph_PH) con licencia (CC BY 2.0)

¡Los Rolling Stones en La Habana! La noticia llegó a mis oídos y no podía creerlo. Tenía que formar parte de aquel momento mágico que solo tendría lugar una vez. Allí estaban Mick Jagger, Keith Richards, Ronnie Wood y Charlie Watts, quien hace pocos días partió a la eternidad.​

La vitalidad y el talento de aquellos vejetes me hicieron amar cada segundo del espectáculo. Aquel día de marzo de 2016 hizo soñar a miles de cubanos de diversas edades que coreaban a una voz legendarios temas como (I can´t get no) Satisfaction y Angie.

En La Habana, la banda fundada en 1962 ofreció un concierto de lujo en el que cada uno hizo gala de sus talentos. Hubo momentos para Watts, Wood, Richards y no faltaron las interpretaciones de Jagger, las cuales incluyeron sus extraordinarios movimientos en el escenario.

Aquella fiesta de cerca de tres horas quedó recogida en la película The Rolling Stones: Havana Moon. Ellos sabían que estaban haciendo historia desde el momento en que aterrizaron en la capital cubana para después caminar por sus calles y conocer de cerca la cultura nacional.

Escenario para concierto de los Rolling Stones en La Habana. Foto de Flickr (Marco Crupi) con licencia (CC BY-NC-ND 2.0)

ROLLING STONES HOY, MAÑANA Y SIEMPRE

El concierto de los Rolling en La Habana les devolvió a miles de cubanos los deseos de soñar. Hacía muchos años no sucedía algo tan hermoso en la isla caribeña. Fue un regalo grandioso no solo por la gratuidad de entrada, sino porque entregaron alegría y cariño.

Más que un recital, aquella decisión de Watts, Wood, Richards y Jagger de cantar en Cuba, fue un obsequio invaluable que agradeceremos siempre los que tuvimos la dicha de disfrutarlo.

Concierto de los Rolling Stones en La Habana. Foto de Flickr (Marco Crupi) con licencia (CC BY-NC-ND 2.0)

Las imágenes de esa noche quedarán siempre en mi memoria, pero cobran realce con la noticia de la partida de Watts, quien desde 1963 ingresó en la banda y a criterio de Jagger y Richards fue su verdadero líder.

Tenía 80 años y vivió una vida plena. ¿Qué más se puede pedir? Sin embargo, con su muerte se cierra un capítulo en la historia de los Rolling pues faltará la presencia del baterista que además diseñó portadas de álbumes del grupo y escenarios de giras.

WATTS, REAL CABALLERO BRITÁNICO

Cuando vi a Watts salir al escenario en el concierto de los Rolling Stones en La Habana pude ver a un hombre de caminar seguro, erguido y sencillo. La elegancia de un “real gentleman británico” se respiraba en el ambiente.

Una extraña timidez acompañaba al que dejó de ser un simple músico para convertirse en una estrella internacional. A diferencia de sus compañeros de escena, proyectaba una imagen austera sin hacer gala de su masculinidad.

Charlie Watts. Foto de Wikimedia Commons (Poiseon Bild & Text) con licencia (CC BY 2.0)

Amante del jazz y admirador del baterista estadounidense Kenny Clarke (1914-1985), Watts no encajó en los estereotipos de súper estrella y mantuvo una vida estable con su familia en una aldea rural en el oeste de Devon.

Hombre de pocas palabras y singular sentido del humor, fue respetado por sus colegas, querido por millones de melómanos en todo el mundo y reconocido entre los 100 mejores bateristas de todos los tiempos por la revista Rolling Stone.

ROLLING STONES PARA SIEMPRE

Si bien la partida a la eternidad de Watts deja un vació enorme en la banda y en sus seguidores, el viaje de los Rolling Stones continúa sin detenerse porque su música seguirá enamorando y serán millones los que seguirán bailando al ritmo de sus melodías.

Ronnie Wod y Mick Jagger. Foto de Wikimedia Commons (Raph_PH) con licencia (CC BY 2.0)

Mick Jagger, Keith Richards, Ronnie Wood y Charlie Watts recorrieron el mundo con un repertorio de rock and roll, R&B/Blues, country, folk, reggae y dance hasta ser considerados una de las más grandes e influyentes bandas de toda la historia del rock.

Fue extraordinario verlos en Cuba, pero en Bolivia renacería la emoción que sentí en La Habana al disfrutar en una sala de cine el documental realizado en aquella ocasión. Sonreía emocionada porque aquel día yo estuve allí -cantando y bailando- haciendo historia con los Rolling Stones.

Cosset Lazo y Maylín Vidal en concierto de los Rolling Stones en La Habana

Mientras me alejada del escenario miraba hacia atrás, no quería dejarlos porque sabía que era muy probable que nunca más los vería juntos. No me equivocaba. Miré fijamente todo a mi alrededor, cerré los ojos y grabé en mi mente cuanto pude porque sabía que sería casi imposible escuchar en vivo aquellas voces otra vez.