
El actual articulo no va por suerte relacionado con ninguna catástrofe ocurrida durante la celebración de los recientemente culminados Juegos Olímpicos de Tokio. La metáfora la posibilita el movimiento casi telúrico que puso en peligro una de las dinastías deportivas más sólidas de la historia olímpica. El dominio de la natación de Estados Unidos en Juegos Olímpicos.
Desde los juegos de Paris 1924 , que pueden considerarse como los que inauguraron la natación moderna, los norteamericanos han dominados en 17 ocasiones el medallero de la natación . Su cosecha áurea se traduce en 246 medallas, superando en mas de 4 veces la cantidad conseguida por Australia, segunda en el cómputo histórico. Pero en Tokio salvaron el trono del asalto australiano por apenas dos medallas de oro y triunfando solo en 11 eventos, cifra alejada de los 16 oros conseguidos en Rio de Janeiro 2016 y Londres 2012.
Los aprietos vividos por la natación derivaron en complicaciones para Estados Unidos en el medallero general de Tokio 2020. Se recordará siempre la emocionante última fecha de competencias de los juegos, en la cual los norteamericanos pudieron finalmente doblegar a China en el liderazgo de la tabla de medallas. La historia a contar hubiese sido seguramente menos tropelosa si la natación de Estados Unidos hubiera conseguido resultados más adecuados a lo habitual.
¿Quiénes se salvan de la “quema”?
Adentrándonos en lo producido en las piletas olímpicas de Tokio . Solo pueden destacarse dentro de la delegación de Estados Unidos al estelar Caeleb Dressel , al fondista Robert Finke y a la estrella femenina Katie Ledecky. Dressel se erigió como el más destacado multimedallista de Tokio 2020 al colgarse 5 medallas de oro. Finke dominó los 800 y los 1500 metros estilo libre, las mismas modalidades que vieron resultar vencedora a Ledecky .
Pero donde se evidencia mejor el retroceso del nivel de la natación estadounidense es en la derrota archivada en el sexo femenino . Allí Australia sacó saldo de 8 medallas de oro por solamente dos de las norteamericanas. Entre las “aussies” descollaron Kaylee McKeown , Ariarne Titmus y sobre todo Emma McKeon , ganadora de 7 medallas en total y entre ellas 4 de oro.

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Las causas del retroceso de la natación estadounidense en Tokio
El aplazamiento por un año más la celebración de los juegos impidió que algunos de los destacados de USA en la anterior cita olímpica pudieran llegar en forma óptima al 2021. Es el caso del veterano Nathan Adrian, que colaboró con 2 títulos en la cita de Rio de Janeiro y ahora ni siquiera pudo clasificarse en las eliminatorias olímpicas efectuadas en Omaha, Nebraska.
El dilatado cierre de las piscinas motivado por las inclemencias del Covid 19 fue un duro golpe para los mejores nadadores estadounidenses. Bajo esa situación fue imposible garantizar las condiciones idóneas de entrenamiento que se exigen ante un examen tan difícil como lo es la cita de los 5 aros.
Las limitaciones impuestas por el Covid 19 fueron comunes para la inmensa mayoría de las naciones pero al parecerlo fueron mucho más para la nación norteamericana, la más afectada por la pandemia. Solo así se explica que muchos favoritos no pudieran alcanzar puestos olímpicos en los Trials de Omaha.
En los clasificatorios se ganaron el puesto muchos jóvenes de calidad, pero que adolecían de la madurez suficiente para acometer con éxito una prueba tan exigente. Solo un dato para ejemplificar: en el equipo de 24 féminas de la delegación, 10 muchachas podrían ser consideradas todavía adolescentes y apenas 6 nadadoras tenían participación en juegos anteriores.
Algunos de los que sí alcanzaron su boleto y que podían además sumar experiencia quedaron debiendo en las piscinas de Tokio. La especialista en braza Lilly King y el espaldista Ryan Murphy, en Rio 2016 acopiaron un total de 5 medallas de oro. Sin embargo en la capital japonesa solo Murphy colaboraría integrando el relevo combinado campeón .

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En 3 años podría verse una recuperación o consumarse el cierre de ciclo.
Paris 2024 se atisba ya cercano en el horizonte, y allí la natación de Estados Unidos llegará con ganas de resolver con contundencia el reto que Australia le impuso en Tokio . Por su parte los de la isla continente ya han anunciado que apostarán por la natación como baza principal de su delegación para poder elevarse lo más alto posible en el medallero final de los juegos. En Tokio los australianos lograron asustar, veremos si dentro de tres años le dan un vuelco a la historia.