Menorca es la segunda en extensión de las Islas Baleares. Cuenta con playas deslumbrantes y un entorno fabuloso para disfrutar de unas vacaciones inolvidables. Sin embargo, tanta belleza natural adquiere mayor grandeza por los tesoros arqueológicos que cobija.
Pero primero sería interesante explicar que el nombre del islote proviene del latín Minorica porque los romanos así la denominaron por ser de menor tamaño que la isla de Mallorca (conocida también como Maiorica)

La historia de Menorca está marcada por el paso de varias culturas entre las que se pueden mencionar una primera etapa de civilización primitiva y la Edad del Bronce conocida como talayótica pues estuvo caracterizada por construcciones megalíticas.
De acuerdo con apuntes históricos, la cultura talayótica perduraría en Menorca más allá de que Quinto Cecilio Metelo conquistase la isla para la República romana en el año 123 a. C. (junto con el resto de las Baleares).

MENORCA, ENTRE ISLAMISMO Y CRISTIANISMO
Conocida además por ser el primer lugar donde amanece y anochece en España, Menorca abrigó a musulmanes por el año 903 cuando fue conquistada y unida al Califato de Córdoba. La isla vivió bajo dominio árabe casi 400 años.
Hacia 1232 y tres años después de la conquista de Mallorca por Jaime I el Conquistador, la Menorca musulmana se hizo tributaria de la Corona de Aragón.
Sin embargo, fue conquistada por Alfonso III de Aragón el 17 de enero de 1287 y poco después fueron deportados y vendidos como esclavos gran parte de los musulmanes.
La historia recoge además la invasión británica en 1708 durante la Guerra de Sucesión Española y muchos otros capítulos interesantes que evidencian la riqueza cultural de Menorca, declarada Reserva de Biosfera por la Unesco en 1993.
¿QUÉ MONUMENTOS VER EN MENORCA?
Además de sus espectaculares playas y bellas casitas blancas, Menorca atesora asombrosos monumentos como navetas (tumbas monumentales de carácter colectivo), talayots (construcciones turriformes prehistóricas de las islas Gimnesias) y taulas (monolitos típicos).

Investigadores hallaron yacimientos arqueológicos en poblados prehistóricos, ejemplo de ello es la naveta des Tudons, lugar de enterramiento que data de la transición del Pretalayótico al Talayótico inicial.

Otra maravilla a la vista es la basílica paleo-cristiana en la proximidad de la playa de Son Bou y los escombros de una fortaleza en el monte de Santa Águeda, el último punto de resistencia de los musulmanes antes de su conquista.

En tanto, en el centro de la isla se encuentra el Santuario de la Virgen del Monte Toro (patrona de Menorca). También destaca por su belleza y el combinado del gótico y el neoclásico la Catedral-Basílica de Santa María de Ciudadela, construida entre 1300 y 1365.
