Luz Casal, foto por CANAL SUR MEDIA CC BY-ND 2.0

Cuando Luz Casal canta no queda otra opción que la de respirar profundo y detenerse por unos minutos a alimentar el alma con su voz. Sí, el alma, porque la melodía que trasmite pudiera decirse que es casi angelical, de otro mundo.

Fascinados con su estilo, miles de melómanos encuentran en ella un genuino referente del pop-rock español, en tanto, su tono de contralto y los mensajes de sus canciones enamora a públicos de los cinco continentes.

A diferencia de otros exponentes del género, Luz marca la diferencia no solo por la bella imagen que ofrece sino por la paz y fuerza que transmite más allá de los escenarios.

Canciones de amor, desengaño, dolor y crecimiento tejen historias que encuentran en su voz el canal perfecto para llegar a personas dispuestas a disfrutar no solo de su talento, sino de su sensibilidad.

Nacida el 11 de noviembre de 1958, María Luz Casal Paz está considerada como una de las solistas más valoradas de la música popular española. Los temas Loca, Te dejé marchar y No me importa nada, entre otros, constituyen clásicos de la amplia producción de baladas en el pentagrama de habla hispana.

A CONQUISTAR EL MUNDO

La fama internacional tocó la puerta de Luz al incluirse dos de sus temas en la película Tacones lejanos (1991), del cineasta español Pedro Almodóvar, pero su estilo ha conquistado público en Chile, Francia, Italia, Bélgica y Suiza.

Junto al cantautor y poeta Pablo Guerrero, Luz consiguió en 2001 el Premio Goya a la mejor canción original con Tu Bosque animado, del largometraje El bosque animado, dirigida por José Luis Cuerda.

Su primer álbum –con fuertes influencias del rock- nació en 1982 con título como Ciudad sin ley y No aguanto más. A este fonograma le siguieron otros iguales de exitosos hasta que en 2007 un cáncer de mama interrumpió la gira del disco Sencilla alegría. Sin embargo, esta
zancadilla de la vida no aminoró su fuerza.

Luz combinó el tratamiento con la preparación de un nuevo disco; comenzó a escribir, a reunirse con los músicos y el productor. Pasaron solo nueve meses para que reapareciera con el álbum Vida tóxica.

Siempre hubo lirismo en las letras de sus canciones, pero este nuevo material resalta como una reivindicación con la vida, que le dio fuerzas para superar una nueva embestida de la enfermedad unos años después.