El Islam en la Regla de Ocha es raras veces abordados por los entendidos del tema. Acercarnos a los orígenes requiere de mucha investigación.
Bailes tradicionales de la santería en Cuba. Foto de Bernardo Capellini

Cuba es un país atípico en muchos sentidos, en lo que a la fe respecta su rareza se acrecienta. En 1965 el 80% de la población practicaba cultos sincréticos (santería), una mezcla de misas el domingo y babalawos el resto de la semana. Luego de la imposición del ateísmo como religión del estado, los creyentes vivieron la estigmatización de sus creencias y optaron por ocultar la fe (católica, protestante o africana). La hipocresía impuesta se musicalizó o inmortalizó (que es lo mismo) en el estribillo: “Hay gente que dicen que no creen en na y va a consultarse por la madrugá”.

En estos tiempos ese ambiente policial antirreligioso ha disminuido y vuelven a aflorar los cultos. El catolicismo se debate en una lucha con el avance protestante. Las creencias africanas, con muy poca competencia reanudan su crecimiento en la isla. El país cuenta con un porcentaje de seguidores de los cultos sincréticos que rondan el 55%, que se calculan dentro del catolicismo que representa el 65% de la población total de la isla. 

Hasta este momento nada he mencionado sobre el Islam y los cultos sincréticos, en especial la Regla de Ocha. Los musulmanes en Cuba apenas superan el 0,07% de la población, por lo que asumir una influencia de esta religión en las centenarias creencias afrocubanas pareciera venir tomado de los pelos. Lo que muchos desconocen es que el Islam es parte natural del entorno de los pueblos yorubas de Nigeria y Benin. Al ser traídos a Cuba venían con narrativas provenientes de los Hausas, Fulanis y Mandingas, pueblos islamizados desde el siglo XVII y XVIII.  

Yorubas y musulmanes en Cuba

Al llegar a los barracones los yorubas se mezclaban nuevamente con estos pueblos islamizados y remasterizaban ideas y cosmovisiones. Terminando en Cuba de amalgamar un proceso sincrético con la religión islámica. En las colonias españolas estaba prohibido por real cédula del 11 de mayo de 1526 permitir la entrada esclavos islamizados para evitar amenazas de sublevaciones o proselitismo. Pero toda ley contra el comercio ha sido hecha para violarse, así que los esclavos musulmanes entraron junto a yorubas y carabalíes. 

Y no se equivocó el emperador Carlos I de España y V de Alemania al intentar frenar a los musulmanes. Siglos después de su real cédula aparecerían aquellos musulmanes en Cuba conspirando y creando redes subversivas. En la investigación (o represión) de la Escalera, contaban entre los complotados con musulmanes negros que aunque no sabían árabe, escribían sus notas en lenguas africanas con alfabeto arábigo, como muestra la firma de uno de los procesados junto al poeta Plácido. 

Firmas del acta policial de la «Represión de la Escalera». La frase en alfabeto árabe corresponde a un idioma africano indeterminado.

Don Fernando Ortíz explicó en su libro “Los negros brujos”: ”los mandingas, más asociados con el Islam y la cultura árabe, en la fiesta del Día de Reyes desfilaban por las calles de La Habana, muy lujosos con sus anchos pantalones, chaquetillas cortas y turbantes de género de seda azul o rosa.” Por otro lado, Bastide, estudioso sobre la esclavitud, afirmó en 1971: Los musulmanes han sido numerosos también en Cuba, trayendo a la Isla el culto al señor Allah ; pero , lo mismo que en Brasil, los adictos terminaron uniéndose con los yorubas, Allah terminó fundiéndose con Olorun  e incluso con Obbatalah, el Dios del cielo, reapareciendo como Obbat Allah.

Tradiciones de la Santería Cubana y el Islam

Pero todo quedaría en supocisiones si no se muestra directamente en la santería los elementos vivos del Islam en su práctica. El más simple de los argumentos es el saludo, una yorubización del saludo árabe “Assalamu aleykom” (que la paz sea contigo) al que se responde “Waleykom salam” (y que contigo sea la paz). En el caso de los cultos sincréticos se encapsula la frase en “sala malecon, malecon sala”.

El creador del mundo para los yorubas es Olofi u Olofin. Aunque en Cuba, debido al sincretismo con el catolicismo, el Dios supremo asume la forma trinitaria con Olodumare como padre, Olofi como hijo y Olorun como espíritu santo, pero esta es una composición aparte de la cuestión islámica. En cuanto a Olofi se debe tener en cuenta que es una palabra que guarda vínculos con el nombre del dios semítico (el mismo del judaismo, cristianismo e islam). En árabe no existe la O pero el sonido doble de la A (Álif) genera una percepción similar. Se puede seguir la deformación de la palabra poniendo Elogin (hebreo), Alah o Allagi (árabe) y Olofi (Yoruba).

La cosa va tomando forma cuando te sumerges en los pataquíes, tradiciones históricas narradas de generación en generación. Cuando llegas a Oduduwa (Oddua) una de las figuras principales del panteón yoruba encuentras el vínculo inmediato, así cuentan: “Dicen que Oduduwa, fue expulsado de la Meca, después de conspirar contra el Islamismo (…) Él y sus seguidores tuvieron que abandonar a Meca y emprender una larga y fatigosa marcha hasta llegar a Ile-Ife, caminando 90 días con sus noches, todo ello ocurrió después de Mahoma”. Según esta tradición el mismo Oddua era de origen árabe, aunque desde las evidencias históricas esto sería improbable. 

Pataquíes y Corán. Las voces del Islam en la Santería

Los yorubas y los pataquíes absorben tradiciones directas del Corán, libro sagrado islámico, para luego transformarlo a conveniencia. Un ejemplo de tantos es la historia del Abraham bíblico (Ibrahim en árabe). Las religiones abrahámicas (judaismo, cristianismo e Islam) comprenden el monoteismo como concepción teológica principal, a diferencia del panteismo yoruba. La historia de Abraham (Braima en yoruba) se narra así:

“Braima (hijo de Asara) creció con tanto odio en el corazón, que cuando tuvo edad suficiente, destruyó a hachazos los dioses de su padre (en el santuario de Oduduwa). El hacha quedó colgado en el cuello del ídolo principal  con figura humana (…) Braima murió quemado por acto de grosería y profanación, estalló la guerra civil y los mahometanos más poderosos, liquidaron a los partidarios de Oduduwa”.

Heriberto Feraudy: Yoruba: Un acercamiento a nuestras raíces.

El respaldo coránico platea lo siguiente: 

Sura VI, 75: Cuando Ibrahim dijo a su padre Azar: ¿Tomas a unos ídolos por divinidades?  En verdad que te veo a ti en un gran extravío.

Sura XXI, 55-69:(Dijo Ibrahim) Y por Al-Lah que he de tramar algo contra vuestros ídolos… Entonces los hizo pedazos con la excepción del más grande entre ellos. (al ser traído ante la comunidad Ibrahim respondió) No he sido yo, ha sido el mayor de los ídolos. Preguntadle, si es que puede hablar…( La respuesta fue) Quemadlo!!! Pero Dios hizo al fuego frío e Ibrahim no se quemó

Las similitudes entre ambas historias no deja lugar a dudas de la transferencia cultural de los pueblos islamizados a los yorubas. 

En los detalles está el secreto

El Iyawó que en el caso cubano es el iniciado a la Regla de Ocha, comprenderá porqué debe cubrir su cabeza, en yoruba se le denomina así a la esposa y el significado directo es “la que debe cubrirse la cabeza”, pues la palabra proviene del árabe hiyab, que es el pañuelo con que las musulmanas cubren sus pelos en público según establece la tradición islámica. 

En ocasiones las tradiciones islámicas se vuelven deidades en la religión yoruba. Este es el caso de la oración fúnebre del Islam, en árabe Yanasa. que aparece en la Regla de Ocha como Yansá (Oyá), dueña de los cementerios. 

El proceso de islamización de los yorubas en África se concretó a partir de las guerras entre yorubas y la introducción de los fulanis o fulá (desconozco si llamamos fula a alguien malo por esta razón), después de la segunda mitad del siglo XIX. El avance islámico sobre las ciudades de Ifé, Oyó y Owu se desarrollaría a finales de esa centuria lo que explica porque la población yoruba de Nigeria y Benín son 90% islámica, convirtiendo a Cuba en el país donde se conserva más pura y con mayor crecimiento la Regla de Ocha. La religión que fuera llamada africana por sus raíces ya tiene todo el derecho para ser proclamada como cubana, pues es allí donde se conserva su pureza.