Sobre el castillo de Drácula en Transilvania se escribe un nuevo capítulo, pero esta vez no de la mano de Bram Stoker, sino de sanitarios rumanos que vacunan contra el coronavirus en sus inmediaciones; aunque… todavía hay quienes se preguntan si le pincharán el brazo o le clavarán una estaca en el corazón.

De esta manera se realizan maratones de vacunación en la periferia de la fortaleza del siglo XIV que habría servido de inspiración para la casa del famoso vampiro de la novela gótica de Stoker.

Las personas que acudan al castillo no tienen que pedir cita y luego del pinchazo reciben un diplomado de vacunación en el cual aparece un sanitario con colmillos largos blandiendo una jeringa.

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Pero no acaba aquí la genialidad de los rumanos, sino que además del diploma las personas vacunadas pueden disfrutar de una entrada gratuita a las salas de tortura del recinto ubicado en una colina.

Así lo explicó a AP Alexandru Priscu, gerente de mercadotecnia del Castillo de Bran, al precisar que dichas instalaciones poseen 52 instrumentos de tortura medievales.

Desde el lanzamiento de la campaña el fin de semana último cuando casi 400 personas fueron vacunadas la noticia ha trascendido fronteras y son decenas las solicitudes de extranjeros que desean vacunarse a la sombra de la leyenda de Drácula, pero este beneficio es solo para los rumanos.