
Más allá de las intenciones que pudo tener el escritor francés Gastón Leroux al escribir El Fantasma de la Ópera, la novela gótica narra la historia de un hombre monstruoso y su amor por una soprano de una exquisita belleza.
Inspirada en hechos reales, la obra publicada en marzo de 1910 enlaza elementos de romance, terror, drama, misterio y tragedia, pero uno de los puntos más significativos es el conflicto entre los protagonistas: Christine Daaé y Erik (El Fantasma).
La novela está ambientada en el París de finales del siglo XIX, en la Ópera Garnier, un edificio monumental construido sobre un lago subterráneo entre 1857 y 1874, donde el maléfico protagonista diseñó su propio hogar.
Brillante inventor e ingeniero, arquitecto, músico y mago, Erik se enamoró de una de las coristas del teatro, a quien ayudó a llegar hasta roles principales valiéndose de sus artimañas, y claro, del talento de Christine.
Ella, fascinada con su misterioso tutor, creía que él era un ángel de la música que le había enviado su padre al morir. Sin embargo, aunque tenía corazón, su mentor era capaz de los actos más atroces para lograr sus objetivos.
Pero el hechizo que causó la figura del maestro en la cantante acabó cuando apareció el vizconde Raoul de Chagny, amigo de la infancia de la joven. Estos se enamoraron.
LA MÚSICA COMO PROTAGONISTA
Todas estas situaciones fueron acentuadas con mucho drama cuando en 1986 el compositor británico Andrew Lloyd Webber -junto a los creadores Charles Hart y Richard Stilgoe- dieron vida a un musical basado en la novela.
Luego en 2004 llegó la película de la mano del realizador estadounidense Joel Schumacher con Gerard Butler (Erik) y Emmy Rossum (Christine) en los roles protagónicos. Con ajustes propios, la adaptación cinematográfica incorporó elementos visuales para catapultar la obra a varios públicos. Válidos o no, lo cierto es que la historia en sus varias adaptaciones ha tenido éxito.
Y puede que el secreto esté en que justo un monstruo sea capaz de crear cosas hermosas. De amar y sobreponerse al rechazo social. En este mundo en el que vivimos que cada vez se hacen más latentes los estereotipos y la gente no mira más allá de lo que tiene delante, sería oportuno reflexionar sobre los mensajes de esta historia.
¿Cuál es su secreto más valioso? ¿El Fantasma de la Ópera y sus peripecias, o el encanto de lo monstruoso?