«Tiananmen Square Protest (tian_med)» by mandiberg is licensed under CC BY-SA 2.0Joven arrestado en protesta en la Habana. Foto de Reuters

Las noticias sobre el avance de la pandemia en su variante Delta solapan una realidad igual de peligrosa en múltiples naciones del mundo. Los discursos de odio, las políticas tiránicas y la represión a los movimientos populares, muta con la misma rapidez que Covid-19 y con significativa letalidad. 

La crisis económica global, las preocupaciones internas de las naciones democráticas ante la crisis sanitaria, el cierre de fronteras y los recortes en programas para los derechos humanos, provoca que la impunidad se extienda junto a la disminución de las voces de denuncia. 

Con la pandemia Hong Kong perdió su situación privilegiada y pasó a ser controlada bajos las mismas normas dictatoriales de China. Mientras todos están ocupados en los programas de vacunación y sus puntos débiles ante las nuevas variantes, mientras Pekín lleva a campos de concentración a los uigures.

En Estados Unidos se debate una tercera dosis de Pfizer, mientras el pueblo cubano se lanza a las calles, a apenas 90 millas de las costas de Estados Unidos y el gobierno norteamericano da tibias palmaditas en la espalda a un pueblo brutalmente reprimido. Un simple estamos contigo pero la vida sigue igual. El régimen de la Habana mutó a dictadura mediática adoctrinadora a dictadura de represión física a escala masiva y el mundo democrático… mirando paciente. 

Represión policial durante las protestas. Foto solo para referencia de AFP.

La Europa democrática en riesgo

Los homosexuales en Hungría deberán ocultar en público sus manifestaciones de afecto e identificación con la comunidad LGBT. Lo inconcebible en un miembro de la Unión Europea, la represión legal de minorías por sus preferencias sexuales. Nada tiene que ver en esto ISIS o Al Qaeda, este tipo de regresiones en la evolución del derecho son resultado del auge de ideologías nacionalistas radicales en medio de una crisis moral y económica de Europa. 

Cuando los picos de covid se disparan por la presencia de Delta en India, Paquistán, el sudeste asiático, Estados Unidos, Europa, Brasil y comienza su avance en América Latina, un país centro asiático cae en manos de un grupo fundamentalista, “Los Talibanes”. Después de 20 años de lucha, Estados Unidos y la opinión pública abandonan Afganistán a su suerte y dejan a la población a merced de los radicales. La prensa se limita a informar y los influencers viajan al país en guerra para crear contenidos recreativos para las personas confinadas en la comodidad de Occidente. 

La indolencia de la opinión pública, el pragmatismo de los gobiernos democráticos, la crisis económica mundial, el avance indetenible de una nueva variante de Covid hacen que pongamos a nuestra sociedades en modo diversión y dejemos que las tiranías a nivel global deshagan con sus ciudadanos. La pandemia mata, lo hemos probado… los autoritarismos también, y lo estamos probando.