Jack Ma, el fundador de Alibabá está desaparecido. Desde el 31 de octubre de 2020 no se ha vuelto a saber de él. Las especulaciones y cuestionamientos se sienten hoy con más fuerza. Se teme que su inmensa fortuna le haya hecho creer que era libre de opinar en China. En un régimen de partido único comunista da igual que tengas 67 mil millones de dólares o que vivas con 1 dólar al día; la represión es democrática, palo y censura pareja.

El hombre de Alibabá tomó el sarten por el mango y expuso al mundo el régimen bancario del gigante asíatico: «Y he descubierto que la mentalidad de casa de empeños es un problema grave en China, que ha afectado a un montón de emprendedores”.

El error de Jack Ma fue asumir el reclamo de los empresarios molestos. Fue claro e insicivo: «los bancos conservan aun una mentalidad usurera». Para Ma es necesario un cambio inmediato en el sistema financiero para promover la innovación.

Alibabá contra los 40 ladrones

Los combios en las dictaduras cuestan tiempo y mártires. Las intenciones de Jack Ma no fueron consideradas prudentes para este momento, así que taparle la boca es lo que viene en el manual de gobierno chino.

Según la mística caribeña tener un chino atrás es de mala suerte, no quiero imaginar tener a todo el Partido Comunista Chino. Alibabá se puso en la mira y en diciembre pasado se inició, por la Administración Estatal de Regulación del Mercado, una investigación antimonopolio en su contra.

El futuro de Jack Ma… solo Confucio sabe, lo más seguro es que perderá autonomía en el manejo de sus negocios, le prohibirán por un tiempo salir en sus programas de televisión y hará ejercicios de como controlar su lengua. Mientras tanto en China sus seguidores piden conocer sobre la suerte del «hombre de éxito»; aunque del lado de los radicales ruegan porque sea condenado «el capitalista sin escrúpulos».