
Ubicadas en el mar Mediterráneo, las Islas Baleares sobresalen por la belleza de sus paisajes y espectaculares playas, en tanto, las posibilidades de trabajo hacen de ellas un blanco potencial para migrantes latinos empeñados en mejorar su calidad de vida.
De esta manera, Ibiza, Formentera y Menorca se convierten en puntos estratégicos para emprender nuevos caminos, sin embargo, Mallorca -la isla más grande y donde se ubica la capital de los archipiélagos- despunta como el centro de posibilidades ante el desarrollo vertiginoso del turismo en las últimas décadas.
Según estudios demográficos, los grupos foráneos con mayor presencia son los argentinos, colombianos y ecuatorianos, muchos de ellos establecidos desde hace varios años junto a sus familias, las cuales pueden ser migrantes en su totalidad o mezcladas.
En menor grado hay uruguayos, bolivianos, cubanos, dominicanos, venezolanos, peruanos y chilenos, en su mayoría movidos por las múltiples opciones de trabajo que ofrece Baleares, uno de los puntales turísticos de España.
¿QUÉ MUEVE A MIGRANTES LATINOS A MALLORCA?
Muchos de los migrantes latinos llegan a Mallorca porque es allí donde alguien los espera para brindarles la ayuda que necesita toda persona que abandona su terruño para echar raíces en un lugar desconocido. En ocasiones son amigos o familias, o simplemente algún conocido que les extiende la mano.
Los mallorquines están habituados a la presencia extranjeros no solo en sus calles, sino en la vida cultural de la isla. Y no solo eso, sino que la comunidad de migrantes cubre muchos de los puestos de trabajo ofrecidos por el sector del turismo, mayor fuente de ingresos en Baleares.
Así se les ve de dependientes, camareros y cocineros. Algunos trabajan como empleados del hogar y en el cuidado de niños y ancianos. En tanto, otros emprenden un negocio propio y gracias a ellos en tierra mediterránea puedes disfrutar de comida peruana, mexicana, colombiana, venezolana, cubana y/o argentina, entre otras.
Sin duda alguna, los migrantes latinos han convertido a Baleares -y especialmente a Mallorca- en un espectáculo multicultural en el cual el viajero puede disfrutar de la gastronomía de diversos lugares del mundo en un entorno único reverenciado por la cultura española.
LATINOS MIGRANTES TRAS SUS SUEÑOS
La mayoría de los migrantes latinos abandona sus países de origen porque estos no pueden ofrecerles la vida con la cual sueñan, o simplemente, los gobiernos son incapaces de cubrir sus necesidades básicas. Por más sencillos que sean sus anhelos, los problemas económicos y políticos arrebatan cualquier posibilidad de realización personal.
Ante esa realidad, aquellos que pueden huir lo hacen, y son muchos los que logran sus sueños. El camino es duro, pero no se amedrentan antes las dificultades, la nostalgia por la familia que quedó atrás o las muestras de xenofobia de las que a veces son blancos.
El objetivo está más que claro y por más árido que sea el camino persisten y consiguen encaminarse. Algunos se achantan y olvidan sus quimeras, pero la mayoría trabaja hasta lograr integrarse a la sociedad y tener los mismos derechos que los nativos.
Poco a poco van adentrándose en la sociedad y esta les reconoce su aporte, que no solo lo define su adeudo, sino que la cultura que llevan consigo enriquece el entorno en el cual se han establecido. Y en el caso de Baleares, le confiere tradiciones latinas que coronan la exquisita cultura ibérica.